lunes, 27 de febrero de 2017

ALGUNOS ERRORES AL TRABAJAR LA TIERRA DE HUERTO

Hay errores que se comenten muy frecuentemente durante el cultivo de hortalizas en el huerto ecológico, especialmente cuando estamos aprendiendo y experimentando según van surgiendo las labores a realizar.  Algunos errores son salvables y no tienen consecuencias graves para los cultivos, pero hay otros que sí pueden provocar daños tanto de forma inmediata como a largo plazo y dificultarán el desarrollo y el buen crecimiento de las plantas, y además nos darán más trabajo.
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Los errores más comunes al trabajar la tierra de la huerta
Para un mejor rendimiento y maximizar el trabajo que realizamos en la huerta, es recomendable empezar abonando, cavar un poco para mezclar el abono con la tierra y airearla. También aprovecharemos para romper y desmenuzar los terrones grandes de tierra, eliminar las plantas anuales y las espontáneas y retirar las piedras. Luego igualaremos la superficie con el rastrillo.
Si vamos a sembrar hortalizas de ciclo corto con cavar a 20 ó 30 cm de profundidad es suficiente, y para el resto de hortalizas lo haremos hasta los 50 cm de profundidad.
Airear la tierra ayuda a que la tierra no esté tan apelmazada, esté aireada y con drenaje y sin encharcamientos de agua y así las raíces se podrán desarrollar mejor al tener una aireación y drenaje convenientes.
Uno de los errores más típicos es enterrar las raíces y partes aéreas de las plantas que hemos cultivado antes o de las plantas espontáneas que han crecido. Las consecuencias de esta inocente acción pueden acarrear problemas de plagas y enfermedades en el momento que menos te lo esperes. El problema puede surgir porque los restos de cultivos anteriores pueden tener enfermedades, hongos y otros parásitos que estaremos dejando en el terreno, y en el momento que sembremos y tengan las condiciones adecuadas para desarrollarse lo harán.
Todos los restos de plantas de cultivos anteriores, así como las “malas hierbas” o plantas espontáneas los puedes incorporar a la pila del compost.
Otro aspecto importante que debemos tener en cuenta a la hora de planificar el huerto es evitar la acumulación de agua (ya sea por lluvia o por riego) en los mismos puntos. Por eso es interesante crear cierto grado de inclinación para que el agua tenga un escape y las raíces de las plantas no se pudran.
También es muy común el que, en la siembra directa, se siembre la semilla a una profundidad excesiva. Esto minimiza las posibilidades de que la semillas pueda germinar y brotar porque no tiene la fuerza suficiente hasta llegar a la superficie. Con sembrar la semilla a una distancia igual a su diámetro es suficiente. Tampoco debemos compactar la tierra en exceso ni pasarnos con los riegos. Requiere de humedad constante, pero sin excesos.
Un error muy típico es no aplicar una capa de acolchado o mulch. Resulta muy fácil de aplicar y nos ahorra mucha agua y otras labores como por ejemplo la eliminación de plantas no cultivadas que puedan crecer espontáneamente. Con el mulch se mantienen la humedad en la tierra y evita daños en las raíces, tanto por calor excesivo como por bajas temperaturas.

(Tomado de Eco agricultor)

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