miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Cómo nos hemos podido equivocar?

Dos nuevos informes publicados recientemente han ratificado las evidencias que venían dándose desde hace ya varios años: los plaguicidas y otros productos químicos utilizados en la agricultura, son tóxicos y, por lo tanto, nos están envenenando.
 “Algún día podremos mirar hacia atrás, a esta época oscura de la agricultura y sacudir la cabeza. ¿Cómo podríamos haber creído nunca que era una buena idea cultivar nuestros alimentos con veneno?” — Dr. Jane Goodall


Cultivar con veneno & Riesgos para la salud.

En ambos informes se acusa a los Gobiernos de distintos países de colaborar con distintas empresas químicas y, de esta manera, ocultar la verdad sobre los cultivos a los ciudadanos.
Según detalla la Organización Mundial de la Salud, cuyo informe se centra en los riesgos medioambientales, la contaminación se cobra alrededor de 1,7 millones de muertes anuales en todo el mundo. Pero todavía más allá; un 25% de las muertes y enfermedades de todos los niños en el año 2012 podrían haberse evitado mediante la reducción de los riesgos ambientales.
Un informe presentado hace sólo unas semanas al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre los productos químicos agrícolas, ha desmentido mitos popularmente conocidos como por ejemplo que se necesitan pesticidas para poder alimentar a toda la población mundial; algo que en numerosas ocasiones han repetido numerosas empresas del sector agroquímico como Monsanto.
El informe ha sido firmado por Elver Hilal y Baskut Tuncak. También indica que la exposición crónica a plaguicidas se ha relacionado con el cáncer, Alzheimer y Parkinson, trastornos hormonales, trastornos del desarrollo y esterilidad. Se dice que las poblaciones con más riesgo son los agricultores y trabajadores agrícolas, las comunidades que viven cerca de las plantaciones, las comunidades indígenas y las mujeres embarazadas y los niños, que son especialmente vulnerables a la exposición a plaguicidas y requieren de una protección especial.


Primavera Silenciosa – Rachel Carson

La escritora Rachel Carson ha publicado su libro “Primavera Silenciosa”, en el cual describe de una manera fantástica la locura de envenenar nuestro medio ambiente y, en definitiva, a nosotros mismos.
No obstante, la postura de la gran mayoría de Gobiernos con respecto a este tema es estática; apenas toman algún tipo de medida para detener el envenenamiento desenfrenado de nuestra tierra, alimentos, agua… En definitiva, recursos de los que depende toda nuestra vida.
Rachel Carson incluso señala que la posición de algunos Gobiernos, como el de Estados Unidos, lejos de mantener una postura neutral con respecto al uso de productos químicos en la agricultura, se posicionan a favor de las grandes empresas que sólo buscan envenenarnos a todos.
Acciones recomendadas por expertos de la OMS.
·         Vivienda: Garantizar combustible limpio para calentar y no cocinar con combustibles fósiles, eliminar los materiales de construcción inseguros y las pinturas de plomo.
·         Escuelas: Ofrecer higiene, aislar de los ruidos y contaminación. Saneamiento adecuado y promover una buena nutrición.
·         Garantizar el agua potable, saneamiento e higiene y una electricidad confiable.
·         Planificación urbana: crear más espacios verdes, seguros para caminar y senderos de ciclismo.
·         Transporte: Reducir las emisiones y aumentar el transporte público.
·         Agricultura: Reducir el uso de plaguicidas peligrosos y no al trabajo infantil.
·         Gestión de los residuos peligrosos y reducir el uso de químicos dañinos.

·     Seguimiento de los resultados de salud y educar sobre los efectos dañinos de la contaminación para la salud. Prevención.

El uso de cenizas en la Agricultura Ecológica

Los usos de cenizas en el huerto y jardín ecológico son varios. Por una parte, las cenizas nos ayudan a combatir plagas y por otro lado aprovechamos los nutrientes que las cenizas aportan al suelo o sustrato. Las cenizas se obtienen a partir de la combustión de leña o madera que no contenga barnices ni pinturas. Vamos a conocer más en profundidad los usos de la ceniza en agricultura ecológica.
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Cenizas para plagas y enfermedades del huerto y jardín
Las cenizas son fáciles de manejar y aplicar, tanto en huertos como jardines, para proteger las plantas hortícolas y ornamentales del ataque de plagas y enfermedades.
Entre las plagas más comunes que podemos combatir con cenizas podemos resaltar los gusanos y plaga de babosas o limacos y caracoles. Espolvorea ceniza alrededor del tallo de las plantas dibujando un círculo y otra línea más ancha delimitando el paso a los cultivos que impedirá el acceso a caracoles, babosas y gusanos.
En cuanto a enfermedades, las cenizas son un remedio natural muy útil para las causadas por hongos. Para usar las cenizas con este fin, únicamente debemos espolvorear las cenizas sobre las hojas, tallos, flores, etc. afectadas por los hongos. Otra forma de usar la ceniza es preparar una pasta o crema y aplicarla en las zonas afectadas o en las zonas que queramos prevenir el contagio.
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Cenizas para fertilizar el suelo
El otro uso principal de las cenizas en agricultura o jardinería ecológica es el de aprovechar las cualidades de éstas para mejorar la calidad del suelo y aumentar su fertilidad.
Las cenizas aportan buenas cantidades de potasio, el macronutriente más demandado por las plantas después del nitrógeno. El potasio favorece el crecimiento del follaje y los frutos y mejora la tolerancia de la planta ante falta de agua. Lee más sobre los nutrientes que necesitan las plantas.
La ceniza también neutraliza la acidez del suelo y además tiene la característica de estimular la actividad de las bacterias que fijan el nitrógeno en la tierra.
Por lo tanto, las cenizas pueden ser una opción natural y casera para la mejora de la estructura del suelo y el aumento de su fertilidad.
Para usar las cenizas sólo debemos mezclar hasta 1 kilogramo de ceniza por metro cuadrado con la tierra. Hazlo preferentemente antes de sembrar plantas hortícolas y ornamentales que requieren sustratos ricos en materia orgánica.
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(Tomado de Ecoagricultor, septiembre 2017)

martes, 5 de septiembre de 2017

Probióticos: su importancia y cómo hacer yogur y kéfir en casa

¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son bacterias beneficiosas que llegan vivas al intestino, pueden habitar en éste y si se encuentran en cantidades adecuadas pueden aportarnos grandes beneficios.
Los probióticos los podemos encontrar en algunos alimentos fermentados y también en cápsulas que contengan los microorganismos.
El yogur y el kéfir elaborados en casa con fermentos de calidad contienen una gran cantidad de probióticos, en número muy superior al de las píldoras, y en forma activa.

¿Por qué son tan importantes los probióticos?
Durante las últimas décadas ha aumentado el interés por los probióticos y se han realizado numerosos estudios sobre sus efectos sobre la salud.
Se ha comprobado que los microorganismos probióticos pueden tener un impacto muy positivo sobre el sistema inmunológico, el tracto gastrointestinal, la salud mental, en la prevención de obesidad, diabetes, alergias o incluso en dolencias hepáticas.
Se denomina flora o microbiota intestinal a las bacterias que habitan en los intestinos. Se tiene constancia de que estas bacterias pueden tener repercusión en múltiples ámbitos de la salud física y mental. Pero además son imprescindibles para llevar a cabo la digestión de los alimentos, crear vitaminas, incrementar la absorción de los minerales, etc.
El tipo de alimentación influye directamente sobre la microbiota intestinal. Para mantener a estos microorganismos probióticos en nuestros intestinos y que puedan proliferar, es importante basar nuestra dieta cotidiana en alimentos de origen vegetal como frutas y verduras de temporada, locales y de cultivo ecológico porque nos aportan prebióticos (azúcares sanos y fibra), el alimento que necesitan los probióticos para vivir.
Por otra parte, existen factores como el estrés continuo, el sedentarismo, el tabaco o el uso de medicamentos como los antibióticos que pueden perjudicar y alterar el equilibrio de la microbiota intestinal (disbiosis). Cuando la microbiota se altera, se puede asociar a patologías como la diabetes, colitis ulcerosa, obesidad, síndrome del intestino irritable, halitosis, dermatitis, alergias, insomnio, entre otras.
Si tenemos una buena salud intestinal disfrutaremos de una salud general óptima y la incorporación de probióticos puede ser muy beneficiosa.
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¿Para qué son buenos los probióticos?
La cantidad de enfermedades y dolencias que pueden ayudar a prevenir o combatir los probióticos es muy amplia y cada probiótico puede tener diferentes efectos sobre la salud.
Probióticos como antioxidante. El efecto antioxidante de los probióticos combate los daños causados por los radicales libres, cuyo aumento está ligado a diferentes tipos de cáncer, diabetes, cataratas o enfermedades cardiovasculares.
Probióticos para el sistema inmunológico. Los probióticos han demostrado mejorar la función inmunitaria. Los bebés que reciben lactancia materna tienen mayor protección ante infecciones, alergias e intolerancias de tipo alimentario y no alimentario debido a los microorganismos beneficiosos que hay en la leche de la madre.
Probióticos para trastornos gastrointestinales. El síndrome del intestino irritable, enfermedad intestinal inflamatoria o la intolerancia a la lactosa pueden verse mejorados con la incorporación de probióticos y prebióticos a la dieta.
Probióticos para infección vaginal. La cándida es un hongo que se encuentra de manera natural en la vagina, pero en determinadas circunstancias éste prolifera, ocasionando algunos síntomas muy molestos. Los probióticos pueden contribuir a reducir la presencia de cándida para que no sea perjudicial.
Probióticos para mejorar la absorción de nutrientes. Durante el proceso de fermentación que llevan a cabo las bacterias probióticas se multiplican lo micronutrientes como las vitaminas A, todas las vitaminas, del grupo B –incluida la B12- o K. Pero además, al aportar enzimas, mejorar la digestión y el estado del intestino, se optimiza la biodisponibilidad de los nutrientes aumentando su absorción, como en el caso del calcio, el magnesio, el manganeso, el hierro, el potasio y el zinc.
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¿Qué probióticos usar?
A la hora de buscar un buen probiótico fíjate que cumpla con los siguientes requisitos:
Debe especificar el género y la cepa de bacteria/s que contiene.
Contener bacterias vivas y con gran fuerza colonizadora.
Indicar cómo deben tomarse.
No contener aditivos.
Poseer cepas puras, no modificadas genéticamente.
Disfrutar de una buena viabilidad, es decir, que las bacterias consigan alcanzar el intestino y sean capaces de habitar en él.
Que un laboratorio externo garantice la calidad de los mismos.
Después de mucho buscar hemos encontrado los probióticos de Génesis, un laboratorio búlgaro especializado en probióticos que lleva muchos años investigando y desarrollando fermentos liofilizados. Nos gusta que tengan diferentesmodalidades de probióticos. Además de los cultivos para hacer yogur y kéfir (en sobres y en píldoras) tienen también las píldoras para ingerir con alimentos, que son muy cómodas de tomar en caso de que no desees hacer el yogur, pero quieras tomar probióticos. Los expertos de Génesis son muy exigentes en su labor y esto nos da total confianza a la hora de elegir sus probióticos.
Con un sobrecito de Génesis, se pueden hacer con yogurtera -a lo largo de varias semanas-  entre 24 y 48 yogures o más, dependiendo del tamaño de los recipientes que usemos. Con un robot de cocina, haciendo 2 ó 3 litros cada vez, se pueden elaborar en total –en las 4 resiembras- entre 8 y 12 litros de yogur.
Con un bote de 10 píldoras de fermentos se pueden elaborar a lo largo de los meses hasta 240 yogures con leche animal o vegetal: La ventaja económica y ecológica es considerable.
Un litro de yogur o kéfir fermentado con estos probióticos posee mucha más fuerza y eficacia que cualquier complemento de herbolario o farmacia, ¡pues nos aporta las bacterias como nos las ofrece la naturaleza!
Las personas que pertenecen a un grupo de consumo obtienen un precio especial por estos productos, que ya de por sí tienen un precio bastante económico.
En su página web www.genesisprobioticos.es, sus expertos en salud responden a todas las preguntas sobre probióticos y su empleo en las distintas enfermedades.
Genesis Probióticos estará en Biocultura Madrid en Noviembre de este año.
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Receta para hacer yogur y kéfir caseros
Tanto el yogur como el kéfir se elaboran a partir de fermentos. Vamos a ver cómo elaborar estos probióticos en casa, tanto en el horno como en yogurtera o en algunos robots de cocina.
ºº Receta de yogur casero con leche animal (vaca, cabra y oveja)
Necesitas: yogurtera, horno, o algunos modelos de robots de cocina, botes o recipientes de cristal (que estén bien limpios), termómetro de cocina, un sobre o una píldora de fermento de Génesis, y leche (de 1 a 3 litros si usas la píldora, o de 1 a 5 litros si usas un sobre).
Para preparar yogur en el horno, sigue estos pasos:
1. Mete los botes o recipientes de cristal en el horno a 45 / 50º para calentarlos.
2. Mientras calienta la leche hasta que llegue a 38 / 39º si haces el yogur con bífidus o a 43 / 45º si haces el yogur sin bífidus. Utiliza el termómetro para controlar la temperatura. Cuando la leche llegue a la temperatura indicada, la echas en los recipientes que hemos metido en el horno.
3. Echa el fermento y mueve hasta que esté bien mezclado con la leche.
4. Vuelve a meter los recipientes en el horno, apágalo y cubre los botes con la tapa (sin cerrar del todo) o con un trapo de cocina.
5. Lo tendremos en el horno entre 6 y 8 horas y cada dos horas iremos comprobando que la temperatura sigue estando entre los 38 / 39º para el yogur con bífidus o entre los 43 / 45º para el yogur sin bífidus. Si en algún momento baja la temperatura vuelve a encender el horno unos cinco minutos. Es importante mantener la temperatura en los rangos que se indica, no debe estar ni por encima ni por debajo.
6. Una vez que el yogur está listo lo guardaremos en el frigorífico en un recipiente con cierre hermético durante 6 horas antes de comerlo.
7. Con el mismo fermento puedes volver a repetir este mismo proceso hasta 4 veces más utilizando 5 ó 6 cucharadas de postre del último yogur, que verterás sobre un nuevo litro de leche. En este caso, el proceso de fermentación será más corto (unas 3 ó 4 horas) pues las bacterias ya se encontrarán activadas..
Para preparar yogur en una yogurtera o robot de cocina:
La mayoría de yogurteras no cuentan con regulador de temperatura, por lo que será útil hacerse con un termómetro de cocina, pues dependiendo del modelo y la época del año, la temperatura puede variar algunos grados. Será interesante comprobar la temperatura de nuestra yogurtera con un termómetro y emplear pequeños trucos para subirla o bajarla levemente, dependiendo de la estación del año: por ej. tapar con un trapo en vez de con la cubierta de plástico, poner o quitar las tapaderas de los yogures, usar botes más grandes en vez de los vasitos, etc. Muchos robots de cocina sí tienen regulador de temperatura, pero debemos emplearlos con un programa que sólo caliente, sin remover ni batir.
1. Para acelerar el proceso, se puede calentar la leche hasta los 38 / 39ºC si vas a hacer yogur con bífidus o hasta los 43 / 45ºC si haces yogur sin bífidus, aunque también se puede echar a temperatura ambiente (no del frigorífico)
2. Añade el fermento de la píldora o sobre y mueve bien. Reparte la leche en los tarritos de la yogurtera o en el recipiente de la termomix o robot de cocina con termostato.
3. Se deja entre 6 y 8 horas a la temperatura que corresponda, dependiendo de si el yogur tiene o no bífidus.
4. Cuando el yogur está a nuestro gusto lo guardamos en el frigorífico, donde deberá permanecer 6 horas antes de comérnoslo.
5. Con el mismo fermento puedes volver a repetir este mismo proceso hasta 4 veces más utilizando 5 ó 6 cucharadas de postre del último yogur, que verterás sobre un nuevo litro de leche. En este caso, el proceso de fermentación será más corto (unas 3 ó 4 horas).

Para preparar kéfir con leche en el horno:
Para preparar el kéfir en el horno seguiremos los mismos pasos que para hacer yogur en el horno pero debemos mantener una temperatura de 29 ºC y el proceso de fermentación durará de 14 a 16 horas.Para hacer kéfir con leche en la yogurtera o robot de cocina:Sigue los mismos pasos indicados para realizar yogur pero mantén la temperatura de la yogurtera en torno a los 29 ºC, si posee regulador. En caso contrario, hacerlo a temperatura ambiente en verano o dejar que el sol caliente el recipiente cubierto, en invierno. Con el robot de cocina, poner el termostato a 29 grados, sin programa de batir. El tiempo de fermentación será de 14 a 16 horas.El final de un kéfir (5 ó 6 cucharadas de postre) se puede volver a echar en uno litro de leche, pero el tiempo de fermentación será ahora más corto: de 6 a 8 horas.
Resultado de imagen para como hacer yogurt en casa

Plantar piña (ananá) ecológica

La piña o ananá (Ananas comusus) es una de las frutas más apreciadas en todo el mundo por sus propiedades nutricionales y medicinales (las puedes ver aquí). No es de extrañar que much@s hortelan@s quieran cultivar su propia piña ecológica u orgánica en su huerta o jardín. Elcultivo de la piña no suele ser demasiado difícil si tenemos en cuenta algunas pautas básicas, por eso queremos darte algunos consejos para que plantar piña sea más fácil y evites los fallos más comunes.
La piña o ananá es una fruta tropical perteneciente a la familia Bromeliaceae, es originaria de América, en concreto de Brasil, y fue introducida en Europa por los españoles.
Es una planta perenne cuyas hojas van brotando de una base común y pueden llegar a medir hasta 1 metro de largo, son finas. La base va creciendo en un solo tallo y al final de éste empiezan a brotar las bayas que formarán la piña.
Plantación y propagación: la piña se planta y reproduce mediante plantas (método asexual) que podrás ir adquiriendo por los hijuelos que le salen a la planta madura o también por la corona que le sale al fruto. Para empezar puedes usar la corona de una piña (se tarda más en cosechar el fruto) o bien adquirir las plantas en viveros, mercados, productores locales, online, etc. En cuanto al marco de plantación, se debe dejar, al menos, unos 50 cm entre planta y planta. Un día antes de la plantación riega el terreno para que tenga cierto grado de humedad cuando plantes. Después aplicaremos el acolchado o cobertura para ayudar a retener el agua en la tierra y mantener esa humedad que requiere este cultivo. La piña la podemos plantar donde anteriormente hayamos tenido leguminosas u otras plantas fijadoras de nitrógeno.
* Temperatura: necesita unas temperaturas de entre 21 y 32 ºC y necesitan una humedad en el ambiente de no menos del 60% para poder desarrollarse correctamente.
* Riegos: necesita bastante aporte de agua mediante riegos regulares durante su cultivo. Como siempre, el riego por goteo es la mejor opción para mantener convenientemente hidratadas a las plantas sin malgastar agua.
* Suelos: la piña es un cultivo exigente en cuanto a que necesita suelos ricos en materia orgánica y quizá necesite aporte extra de nitrógeno, potasio y fósforo. Si el suelo en el que cultivas tiene carencias de potasio lo podrás notar porque en las hojas aparecen unos puntitos amarillos, o si no hay suficiente nitrógeno podrás observar algunos signos en las plantas como hojas amarillentas, poco desarrollo de la planta y/o del fruto. Lo mejor es hacer un análisis de la tierra antes de cultivar y realizar todas las mejoras necesarias. Posteriormente, durante el cultivo, se puede ir aportando humus, té de compost, etc. cada dos meses. La piña necesita suelos ligeramente ácidos, con un pH entre 4.5 y 6. Los suelos deben estar bien aireados y drenados, lo suficiente para evitar encharcamientos y acumulaciones de agua que puedan provocar podredumbre en las raíces. Necesita suelos con una profundidad media, de unos 40 cm.
* Plagas y enfermedades: la aparición de la cochinilla algodonosa o harinosa es muy común en el cultivo de la piña y también bastante perjudicial, pues enseguida se extiende y al alimentarse de la savia transmite un virus a la planta que la marchita . Puede terminar matando a la planta si no ponemos solución rápido. Otra enfermedad común es la que transmite el trips mediante un virus que provoca manchas amarillas. Los nematodos son otro peligro para las piñas, éstos podrían provocar daños graves en sus raíces. Puedes encontrar soluciones ecológicas para prevenir y combatir plagas y enfermedades aquí
* Cosecha: cuando empieces a apreciar que la base de la piña cambia de color verde al amarillo, es un indicativo de que ya ha alcanzado la madurez y puede ser cosechada. Las plantas comienzan a dar fruto, aproximadamente, entre años y medio y dos años después de su cultivo.
(De Eco agricultor)
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viernes, 1 de septiembre de 2017

Calendario lunar para Septiembre

Pedimos disculpas a nuestros amigos y amigas seguidoras de ésta página, por no haber cumplido en enviar el calendario de los meses de julio y agosto. Razones de trabajo fuera de la ciudad, me impidieron cumplir con mi compromiso.
En ésta nueva entrega, presentamos el calendario correspondiente al mes de septiembre 2017.

Calendario lunar para Septiembre
Luna creciente: Aplicamos fertilizantes y tratamientos preventivos. Siembra de plantas de fruto. Poner el acolchado. Realización de injertos. Recoger semillas. Sé cumplirá el día 28 de septiembre
Luna llena: Labores como desherbados, trasplantes, abonos, cosechas y aporques. Periodo de reposo. La luna llena, para República Dominicana será el día 6 de septiembre
Luna menguante o decreciente: Trasplantes. Multiplicación de plantas por acodos y esquejes. Tareas generales de limpieza y mantenimiento. Aplicación de tratamientos para plagas y enfermedades. Cosecha de frutos y plantas medicinales. Aplicación de abono. Siembra de plantas. Escardar.
El cuarto menguante se cumplirá el día 13 de septiembre
Luna nueva: Retirar las plantas espontáneas y echarlas a la pila del compost, revisar aporques y tutorados.
La luna nueva inicia el 20 de septiembre.
Luna descendente: Siembra de hortaliza de hoja (lechuga, acelga, espinaca, berza) y cosecha de hortalizas de raíz y bulbo (patata, boniato, rabanito, nabo). Momento para trasplantes y plantar los esquejes. Labores de la tierra como rastrillas y labrar. También se abona.
Luna ascendente: Prepara injertos. Cosechamos las hortalizas de hoja, tallo y fruto (son más jugosos) y sembramos aquellas de las que usaremos su parte aérea. Cortar esquejes y reservarlos para plantar en descendente.

Luna Ascendente                                                           
Hemisferio Norte                                                        Hemisferio Sur                                              
Del 1 al 14 de septiembre                                               Del 14 al 28 de septiembre
Luna Descendente
 Hemisferio Norte                                                         Hemisferio Sur
Del 14 al 28 de septiembre                                              Del 1 al 14 de septiembre

(Ecoagricultor)