Día tras día miles de
personas abandonan diversos alimentos como carnes y lácteos por opciones más
saludables como la soya. En general, con las mismas presentaciones de los
alimentos posteriores, es decir, carnes y lácteos pero hechos con soya. Estos
cambios se realizan con la creencia de que al hacer esto la salud mejorara,
después de todo nos dicen que la soya es muy buena para muchas cosas, en
especial para reducir niveles de colesterol, ayudar al climaterio femenino, evitar
el consumo de grasas saturadas, obtener una fuente proteica barata e inclusive
como una forma preventiva contra el cáncer. Pero, ¿acaso es esto cierto?
La soya no es la gran
panacea como todo mundo nos quiere hacer creer. En realidad, la soya es un alimento
sumamente nocivo para la salud en cualquiera de sus presentaciones.
Algo de
historia
En la antigüedad, los
chinos usaban los granos de soya únicamente como estiércol verde (abono) y no
la consumían, era sagrada para ellos. La usaban para enriquecer la tierra y con
justa razón.
La planta de soya trabaja
de forma armónica con las bacterias rhizobium las cuales en conjunto forman
nódulos en las raíces de las plantas para poder capturar nitrógeno del aire y
someterlo a la tierra. Según las escrituras chinas de hace más de 2500 años, la
soya únicamente debe de ser usada como abono.
Todos los granos de soya
contienen factores anti-nutricionales (conocidos como anti-nutrientes) y
toxinas. La madre naturaleza ha puesto estas sustancias para evitar que las semillas
(de cualquier fruto y alimento del campo) broten prematuramente y para dañar a
los insectos y otros predadores que puedan llegar a comerse estas semillas. Es
por ello que la soya es mejor usada como abono de otros alimentos.
Anti-nutrientes
y toxinas naturales en la soya
Entre estas sustancias se
encuentran:
Alergénicos.- la soya es uno de los 8 alimentos más alergénicos que hay.
Goitrogenos.- sustancias que dañan la tiroides
Lectinas.- ocasionan que las células rojas se amontonen y que el sistema inmunológico
tenga reacciones.
Oligosacáridos.- azucares que provocan inflamación y flatulencias
Oxalatos.- previenen la absorción de calcio y han sido ligados a formar piedras en
los riñones
Fitatos.- impiden la absorción de minerales como el zinc, hierro y calcio.
Isoflavonoides.- son fitoestrogenos (estrógenos de las plantas) que actúan como hormonas
y afectan los sistemas reproductivo y nervioso.
Inhibidores de proteasa.- interfieren con las enzimas digestivas proteasa y tripsina, esto puede
llevar a problemas gástricos, una absorción proteica pobre y trabajo excesivo
del páncreas
Saponinas.- pueden dañar las paredes de los intestinos
Metales pesados.- manganeso, fluoruro, aluminio y cadmio son unos de los metales pesados
encontrados en la soya.
¿Por qué la
recomendación?
Entonces, si la soya
contiene todas estas sustancias nocivas para nuestra salud, ¿Por qué es
recomendada?
Dinero, todo se trata
acerca del dinero. Las empresas dueñas de estos granos han sobornado a
políticos y funcionarios de servicios de salud para proclamar propiedades
milagrosas de este alimento. Una de las leyes de la mercadotecnia es que,
cuando un producto no es vendido por ser barato, se puede vender como milagroso
y a cualquier precio.
Monsanto, la compañía
dueña de más del 60% de los granos de soya, usa granos genéticamente
modificados (GMO) y como sentido común, todo lo que atente contra la madre
naturaleza no es saludable. Más de 2/3 de los granos de soya de EU son vendidos
por Monsanto. Estudios generados en laboratorio sobre ratas, vacas, pollos y
codornices demostraron que al alimentar a estos animales con granos de soya
GMO, los animales sufrieron grandes cambios en diversos órganos como hígado,
riñones y testículos. Estos cambios fueron el crecimiento drástico de dichos
órganos, esto resulta ser detrimento para la salud.
Además, Monsanto soborna a
la FDA para que le permita hacer prácticamente lo que quiera, empezando por la
aprobación en 1996 para que pudieran sacar al mercado sus granos GMO.
Mientras que la FDA ha
aprobado a la soya como un alimento beneficioso al corazón, esta misma agencia
también ha enlistado a la soya (en otro tipo de base de datos) como una planta
venenosa. Existen 256 referencias que revelan que la soya puede causar
agrandamiento de la glándula tiroides, problemas de crecimiento, deficiencia de
aminoácidos, mala absorción mineral, fallas en el sistema endocrino y
carcinogénesis (desarrollo de cáncer).
Más mentiras
Alrededor del mundo, en
especial en Estados Unidos, se han encargado de seguir esparciendo mentira tras
mentira acerca de la soya. Una de las más grandes es que dicen que las personas
asiáticas gozan de mucha mejor salud debido a que su consumo de soya es
excesivo. Dicen que este alimento es consumido alrededor de 30 veces más en
Japón que en EU, y que los japoneses tienen menores índices de prevalencia al
cáncer de mama, útero y próstata. Lo que no mencionan es que los asiáticos y
japoneses en general tienen un más alto índice de otros tipos de cáncer como:
cáncer de esófago, estómago, páncreas e hígado.
Además, es una gran
mentira que los asiáticos consumen 30 veces más de soya que en EU. Realmente el
porcentaje de consumo de la soya en países asiáticos como China, Corea,
Vietnam, Tailandia, Indonesia, Mongolia e inclusive Japón es de aproximadamente
el 1.5% del valor calórico total. De este porcentaje, la mayoría de esos
alimentos son miso, tempeh y tofu, al contrario de la típica dieta americana
que basa su consumo en productos como hamburguesas, salchichas, pie de queso,
leche y otros productos hechos con soya.
El consumo promedio al año
de soya en China, Indonesia, Corea, Japón y Taiwán es de 3.4, 6.3, 10.9 y 13
kilogramos respectivamente. Eso quiere decir que el consumo varía de solo 9.3 a
36 gramos de soya al día. Inclusive el Dr. Mark Messina, el vocero oficial de
la industria de la soya y organizador de 5 congresos del papel de la soya en la
prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas dice que, los japoneses
(unos de los mayores consumidores más grandes de soya) consumen un promedio de
solo 8.6 gramos de soya al día.
¿Una mejor
opción de proteína?
Esta es una de las
principales razones por las cuales la soya ha logrado tener tanta aceptación.
El hecho que digan que es una mejor fuente de proteína que algunos alimentos
animales no lo hace ser cierto. Esto se puede comprobar con un parámetro
llamado NPU (net protein utilization) por sus cifras en ingles el cual
significa porcentaje neto de utilidad de la proteína en el alimento. La soya
tiene un NPU de 61% y los alimentos con los cuales se les compara como son el
huevo, leche y suero de la leche tienen un NPU de 94, 82 y 100 respectivamente.
Otra forma de saber la
calidad de la proteína es mediante el Valor Biológico de cada alimento, es
decir, de qué forma y cantidad se absorbe la proteína en nuestro cuerpo. La
soya solo cuenta con un valor de 74 mientras que la caseína (proteína de la
leche), la clara del huevo, el huevo entero y el suero de la leche cuentan con
valores de 77, 88, 100 y 104 respectivamente.
Lo que sí es cierto es que
la soya representa una forma más económica de proteína en comparación con los
alimentos de origen animal, sin embargo en la actualidad la soya ha subido
tanto de precio que realmente ya no termina siendo razonable su consumo en
cuanto a este aspecto se refiere. Un litro de leche de soya cuesta más que un
litro de leche de vaca. Además, a la soya le hace falta un aminoácido
(metionina) que es esencial para poder formar una buena calidad de proteína,
por lo tanto todos los productos de soya deben de ser adicionados con este
aminoácido para mejorar su calidad lo cual lo hace más caro.
Procesado
El proceso que se lleva a
cabo para producir alimentos de soya como el de bebidas e imitaciones de carnes
termina siendo terriblemente nocivo para nuestra salud. La proteína hidrolizada
de soya, el cual es el ingrediente principal de todos los productos de soya
como carnes de hamburguesa, lasaña, salchichas y lácteos, contiene alrededor de
38 compuestos del petróleo que se agregan durante el proceso de fabricación.
Durante este proceso se incrementan los niveles de toxinas y sustancias
carcinógenas como las nitrosaminas. Además, los hidrolizados de soya
incrementan los requerimientos de vitamina E, K, D y B12.
En los últimos años de los
70’s, una federación americana concluyo que el único uso seguro para los
hidrolizados de proteína de soya, es como un agente sellador de cajas de
cartón.
Los proceso de
alcalinización por los cuales pasa la mayoría de los productos de soya
destruyen gran parte de los aminoácidos y también estos mismos sufren grandes
cambios convirtiéndose en sustancias cancerígenas. Este proceso también hace
perder muchos minerales.
Ratas de laboratorio que
fueron alimentadas con proteína de soya después de ser procesada con sustancias
alcalinas (tal y como se hace para eliminar el terrible olor y sabor) sufrieron
de daño en los riñones incluyendo piedras y lesiones y ganancia de peso.
El aceite de
soya no cuida a tu corazón
Independientemente de los
que diga Alejandro Maldonado, el aceite de soya no es la mejor opción para el
corazón. De hecho, ninguno de los aceites vegetales como son el de maíz,
girasol, cártamo, canola, aguacate, uva u oliva son recomendados para cocinar.
A todos ellos les afecta la temperatura, el oxigeno y la luz (tema visto en el
artículo: Las increíbles propiedades del aceite de coco), y si se dan cuenta
los aceites que se encuentran en el mercado vienen en una botella trasparente
la cual permite ingrese la luz y dañe el aceite. Además todos estos aceites
están cargados de ácidos grasos omega 6 y 9 los cuales en grandes cantidades y
sin una buena ingesta de omega 3, causan inflamación de los tejidos y
articulaciones.
Para poder obtener el
aceite de granos y semillas, las empresas usan algunos solventes orgánicos como
la acetona, benceno, cloroformo y el ciclo hexano los cuales son muy peligrosos
para la salud. Estos solventes irritan a los pulmones y suprimen el sistema
nervioso central. Su consumo ha sido ligado a la enfermedad de Parkinson.
Los aceites de soya se
echan a perder fácilmente porque contienen el agente de su propia destrucción,
la enzima lipoxigenasa, también conocida como lipoxidasa. Las semillas de los
granos de soya contienen la mayor fuente de lipoxigenasa que hay.
Para remover el sabor
rancio de los aceites, las compañías lo enmascaran con el proceso de
refinación, agrego de olor y una pequeña hidrogenación. Este último proceso, la
hidrogenación, ocasiona que las arterias se dañen y se tapen lo cual puede
resultar en un infarto.
Monsanto no solo se ha
encargado de idolatrar a la soya, sino que también se ha encargado de satanizar
a alimentos saludables que han sido sustituidos por la soya. Tal es el caso del
aceite de coco. Este aceite era utilizado anteriormente como el ideal para
cocinar. De hecho si recordamos unos 25 años atrás los problemas
cardiovasculares no eran los mismos que los de hoy.
El mejor aceite que se
puede usar para cocinar es al aceite de coco, el cual no le afecta la
temperatura, oxigeno y la luz. Tiene menos calorías y sus tipos de grasa
protegen al corazón.
Composición
de la soya
La soya contiene muchas
sustancias que son perjudiciales para la salud, como los anti-nutrientes y
toxinas mencionadas previamente, pero dentro de sus macro nutrientes también
existe un lado malo.
Los azucares (llamados oligosacáridos)
que contienen los granos de soya, entre ellos la rafinosa y stachyosa,
requieren de una enzima llamada alpha-galactosidasa para poder ser degradados
propiamente. Desafortunadamente el cuerpo humano y algunos otros mamíferos no
venimos equipados con esa enzima, por lo cual al consumir estos azucares se
adquieren muchos problemas de flatulencia e inflamación. Ningún proceso de
cocción o de altas temperaturas pueden eliminar estos azucares, son muy
estables.
En cuanto a la grasa se
refiere, la soya está compuesta de prácticamente aceites mono y poli
insaturados de los cuales proclaman la protección al corazón, pero como
mencionado anteriormente, la mayoría de los granos de soya son vendidos por
Monsanto y estos granos contienen grandes cantidades de pesticidas y
fertilizantes. Estos se acumulan en las células adiposas y provocan un gran
número de enfermedades.
Otras de las sustancias
contenidas por la soya son los metales pesados, entre ellos el manganeso,
fluoruro, aluminio y cadmio.
Formulas
infantiles, combinación desastrosa
A la soya le hace falta el
aminoácido metionina, sin la adición de este aminoácido los bebes no pueden
crecer adecuadamente. Los infantes que toman formula de soya toman
aproximadamente de 75 a 80 veces más manganeso por día que los niños
alimentados con leche materna. Nutricionistas de EU advierten que estas
cantidades de manganeso causan daño cerebral y problemas de comportamiento. La
soya también contiene de forma natural el fluoruro, pero la soya procesada
contiene aún más.
Las formulas infantiles
además de ser altas en fluoruro también son altas en aluminio y cadmio. El
cadmio contribuye a problemas del corazón, cáncer, diabetes y enfermedades
reproductivas.
La soya también contiene
fitoestrogenos, que son estrógenos naturales de las plantas. Los padres que
alimentan a sus hijos con leche de soya (formula), están dándoles sin querer el
equivalente hormonal de 3 a 5 pastillas anticonceptivas por día. Esto ocasiona
grandes problemas a la larga como la menstruación prematura.
Conclusión
Por el lado que lo quiera
ver, la soya en cualquiera de sus presentaciones es dañina. Esto incluye,
bebidas, lácteos, carnes, aderezos, aceites, harinas, salsa de soya, etc. La
única forma de soya que no hace daño y que posee características saludables
resulta ser la soya orgánica, germinada o que haya sido fermentada durante un
mínimo de aproximadamente 4 días. Esto sólo se puede observar en el miso,
tempeh y nato. Pero debido a que estos tipos de alimentos no se encuentran en
el país y mucho menos de origen orgánico, realmente no hay porque recomendar el
uso de soya.
Elimine este alimento
perjudicial de su dieta y opte por seguir otras medidas realmente saludables.
Otras
fuentes de información
Muchas personas creen que
lo que hablo de la soya es algo que yo invento debido a que soy uno de los
primeros en México y Latinoamérica que habla de ello. Sin embargo todo tiene su
sustento. Y una de las fuentes que también comparte peligros del consumo de la
soya es el diario El Universal, tal y como lo puedes leer en la siguiente liga:
Por Qué NUNCA Debe
Alimentar a su Bebé con Fórmula Infantil de Soya
Casi el 20 por
ciento de los bebés estadounidenses son ahora alimentados con fórmula de soya,
pero como se demuestra en el estudio presentado, los estrógenos de la soya
pueden causar graves daños a largo plazo al desarrollo sexual de su bebé y a la
salud reproductiva.
Es importante
darse cuenta que alimentar a su bebé con fórmula de soya es como darle un valor
estimado de cuatro a cinco píldoras anticonceptivas de estrógeno todos los
días. Los bebés alimentados con fórmula de soya tienen hasta 20,000 veces la
cantidad de estrógeno en circulación, comparados con otros niños alimentados
con otras fórmulas
Un estudio
realizado en 1997 en The Lancet iii encontró que los
niños que consumen fórmulas de soya fueron expuestos a niveles de
fitoestrógenos de 6-11 veces más - en función del peso corporal -
que los adultos que consumen alimentos de soya. Y si tenemos en cuenta el hecho
de que beber dos vasos de leche de soya al día durante un mes proporciona
suficiente cantidad de estos compuestos que alteran su ciclo menstrual, estoy
seguro que puede ver el problema masivo que representa la formula de soya.
Los niños varones
también se ven afectados por los fitoestrógenos. Los bebés varones experimentan
un aumento de testosterona durante los primeros meses de vida. Los
niveles de testosterona pueden ser tan altos como los de un varón adulto.
Durante este
período, los bebés varones están programados para expresar características
masculinas después de la pubertad, no sólo en el desarrollo de sus órganos
sexuales y otros rasgos de masculinidad, sino también en el establecimiento de
patrones característicos del cerebro que rigen el comportamiento masculino.
Saturar su sistema
con hormonas femeninas durante este tiempo puede tener graves consecuencias en
su desarrollo, dichas consecuencias incluyen: testículos más pequeños y
disminución significativa de niveles de testosterona.
Hoy en día,
alrededor del 15 por ciento de las niñas blancas y un 50 por ciento de niñas
afroamericanas muestran signos de pubertad, como desarrollo de los senos y
vello púbico, antes de la edad de ocho años. ¡Algunas niñas están mostrando
desarrollo sexual antes de la edad de tres años! Este desarrollo prematuro de
las niñas ha sido relacionado con el uso de la fórmula de soya y la exposición
a otros imitadores de estrógenos ambientales como PCBs y DDE.
La Fórmula
Infantil de Soya Podría Reducir el Coeficiente Intelectual de su Bebé
Aparte de los
disruptores endocrinos nocivos, la fórmula infantil de soya puede contener
también más de 1,000 por ciento de aluminio que las formulas convencionales a
base de leche. El aluminio es una neurotoxina potente que se ha implicado en el
desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos cerebrales. Según
un estudio publicado en Pediatrics, revista oficial de la Academia Americana de
Pediatría iv :
"El aluminio
está siendo involucrado por interferir con una gran variedad de procesos
celulares y metabólicos en el sistema nervioso y en otros tejidos."
Pero eso no es
todo. Muchos alimentos de soya también tienen niveles tóxicos de manganeso.
La fórmula de soya contiene hasta 80 veces más manganeso en comparación
con la leche materna, y de acuerdo con investigaciones recientes, altas
concentraciones de manganeso pueden causar daño cerebral en los bebés y
comportamientos alterados en adolescentes.v
Yo rara vez hablo
de absolutos, sin embargo, este es el ejemplo donde le diré: NUNCA
le dé a su hijo leche de soya. (Supongo que la única excepción sería si hubiera
una catástrofe y la fórmula de soya fuera la única fuente de alimento a su
disposición para mantener temporalmente con vida a su bebé.)
Referencias:
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