Uno de los aspectos
fundamentales en cualquier tipo de producción agrícola, o en las plantas de
nuestro jardín, es la nutrición. Si la misma es deficiente, no lograremos
los resultados esperados, por lo que debemos asegurarnos de realizar una buena preparación
del suelo previo a la plantación, o con aportes periódicos de
nutrientes.
Si bien no todos los cultivos tienen los mismos
requerimientos, algunos de ellos son siempre necesarios para el correcto
desarrollo de las plantas, en mayor o menor proporción.
.
Tipos de
nutrientes que necesitan las plantas
Los nutrientes de las plantas se clasifican en dos grandes
grupos:
§ Orgánico: representan
entre el 90 y el 95 % del peso seco de las plantas y están constituidos por los
elementos carbono,
oxígeno e hidrógeno, obtenidos a partir del CO2 de la atmósfera y del agua del suelo.
§ Inorgánico:
el 5 – 10% restante constituye la denominada fracción mineral, que juegan un
papel fundamental en el metabolismo
de las plantas, y cuando alguno de ellos escasea, las plantas
acusan síntomas que podremos analizar y determinar de cuál de ellos se trata.
A su vez, podemos dividir a los elementos minerales en
dos grandes grupos:
§ Micronutrientes: son requeridos en muy bajas concentraciones. La
mayor parte de estos micronutrientes son constituyentes enzimáticos y, en
consecuencia, sólo son necesarios en cantidades muy pequeñas. Estos
micronutrientes esenciales son: Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Zinc (Zn), Cobre
(Cu), Boro (B), Molibdeno (Mo), Cloro (Cl) y Níquel (Ni).
§ Macronutrientes: son elementos constituyentes de las biomoléculas
estructurales, tales como proteínas, lípidos o carbohidratos, o actúan como
osmolitos. Estos macronutrientes esenciales son: Carbono (C), Oxígeno (O),
Hidrógeno (H), Nitrógeno (N), Fósforo (P), Azufre (S), Potasio (K), Magnesio
(Mg) y Calcio (Ca).
Como se puede observar
en la imagen, muchos
nutrientes están condicionados por el pH del sustrato. La
mayoría de ellos se encuentran disponibles para las plantas en un rango que va
del 5 al 6.5, es decir, pH levemente ácido.
Si nos alejamos de estos rangos, es probable que el
cultivo manifieste una deficiencia de algún nutriente, ya que se encontrará en
una forma no asimilable por el vegetal.
.
Carencia
de nutrientes en el suelo de cultivo
A continuación vamos a nombrar algunas deficiencias de
nutrientes y cómo las podemos identificar:
1.- Nitrógeno
Después del agua, el
nitrógeno es el
nutriente más importante para el desarrollo de la planta, dada
su abundancia en las principales biomoléculas de la materia viva.
§ Síntomas de deficiencia: Follaje verde pálido y después se vuelve amarillo,
estos síntomas se presentan primero en las hojas grandes y bajas que se
marchitan y se desecan prematuramente y caen. Si la carencia continúa, las
hojas nuevas también amarillearán y su pecíolo se volverá alargado y
extremadamente estrecho.
§ Causas de deficiencia: el sustrato en la que está la planta no tiene
ninguna enmienda orgánica que la provea de este elemento y no recibe ningún
riego con fertilizantes.
2.- Fósforo
El fósforo desempeña
un papel clave en
la fotosíntesis, en la respiración y en todo el metabolismo
energético. Además, tiene un papel estructural importante en muchas moléculas y
estructuras celulares.
§
Síntomas
de carencia: marchitez, follaje verde oscuro y
presenta en los contornos de las hojas un color marrón rojizo, la raíz presenta
un menor desarrollo y una cabellera de raíces secundarias fibrosas. Los
pecíolos, tallos y nervios se tornan rojizos.
§ Causas de deficiencia: abonos con poco fósforo, desajuste del pH (por
encima de 7 y por debajo de 5.5) y temperaturas por debajo de 10 °C pueden
hacer que este elemento deje de ser asimilable para las plantas.
–
3.- Potasio
Desempeña un
papel clave en la osmorregulación que
tiene lugar en los procesos de apertura y cierre estomáticos. Además,
el K activa más de 50 sistemas enzimáticos.
§ Síntomas de carencia: aparecen primeramente en las hojas periféricas y
después en las más jóvenes. Se produce una clorosis alrededor del limbo,
posteriormente el borde se necrosa, las hojas más nuevas son pequeñas.
§ Causas de deficiencia: deficiencia en el suelo, riegos con fertilizantes
bajos en potasio o en bajas dosis, sobretodo en el periodo de floración que es
cuando más lo necesita la planta.
.
4.- Magnesio
El magnesio no es casi
nunca un factor limitante para las plantas, salvo en los suelos muy ácidos o
arenosos. Interviene en la fotosíntesis y
en el metabolismo energético.
§ Síntomas de deficiencia: amarillamiento de las hojas entre las nervaduras,
aparecen al principio en el borde de la parte superior del limbo y luego abarca
toda la hoja, el borde de las hojas se torna negro, se resquebraja y se
deforma, se puede confundir con los síntomas del virus de la amarillez.
§ Causas de su carencia: deficiencia del suelo, exceso de humedad, suelos
ácidos, exceso de potasio y calcio (son antagónicos con el magnesio).
.
5.- Calcio
El calcio es necesario
para la integridad y la funcionalidad de las membranas y paredes celulares.
También está implicado en el funcionamiento de algunas hormonas y en respuestas
ambientales.
§ Síntomas de deficiencia: las hojas jóvenes se deforman (forma de cuchara) y
se curvan hacia el suelo. Cuando la carencia es alta el limbo se reduce en
superficie y comienza una necrosis distal, la raíz presenta los vasos
conductores de color pardo y una detención del crecimiento. Afecta el
rendimiento por una disminución del crecimiento de la raíz y menor cantidad de
azúcar.
§ Causas de su carencia: pH bajo, deficiencia en el sustrato.
6.- Hierro
El hierro forma parte
de los grupos catalíticos de muchas enzimas redox del tipo hemoproteínas. A su
vez, forma parte de proteínas que resultan clave en la fotosíntesis y participa
en la biosíntesis de la clorofila.
§ Síntomas de su carencia: clorosis internerval en hojas jóvenes seguida, en
ocasiones, por una clorosis en las venas, que confiere a la totalidad de la
hoja un aspecto amarillento. En casos extremos, la hoja puede llegar a ponerse
casi blanca.
§
Causas de deficiencia: pH alto. Deficiencia en el suelo.
.
7.-
Zinc
El zinc posee un papel
estabilizador sobre la molécula de clorofila. Por otra parte, es necesario para
la actividad de numerosos sistemas enzimáticos y es un regulador de la expresión
génica.
§ Síntomas de carencia: la deficiencia de Zn produce clorosis
internervales, disminución del crecimiento de las hojas y acortamiento en la
longitud de los entrenudos, especialmente en especies leñosas.
- Causas de su
deficiencia: suelos muy alcalinos. Deficiencia en
el suelo.
.
.
Prevenir y
solucionar la carencia de nutrientes: Fertilización orgánica del suelo
La fertilización es la incorporación al suelo de residuos
orgánicos de origen animal o vegetal (estiércoles, hojas, tallos, abonos
verdes, compost, humus, etc.). Éstos sirven de alimento a la población
microbiana que vive en el suelo, quienes se encargan de transformarlos en
sustancias solubles ricas en minerales que sirven de fuente energética y
nutritiva para las plantas.
Hay muchas formas de materia orgánica:
1. Abono
orgánico o “compost”.
2. Humus
de lombriz.
3.
Estiércol
de animales de corral.
4. Abonos
verdes
.
1.- Compost
Es el resultado de la
mezcla de residuos de origen vegetal y animal que han sido descompuestos bajo
condiciones controladas. También se le conoce con el nombre de “tierra vegetal”
o “mantillo”.
El
compost contribuye a:
§
Mejorar la estructura del suelo
§
Retener la humedad
§ Incrementar la capacidad de reserva de nutrientes
§ Favorecer el desarrollo de la población biológica
(microorganismos) del suelo
§ Aportar nutrientes indispensables para las plantas
La manera de utilizar
el compost es a razón de 30 kg de compost por cada 10 m2 de terreno, y conviene agregarlo cuando
estamos preparando el suelo o el sustrato, previo a la siembra o trasplante.
Si observamos alguna
de las deficiencias nombradas previamente, lo que podemos hacer es un té de compost y
regar nuestras plantas con esta solución, el cual les otorgará los nutrientes
necesarios, como también microorganismos benéficos que le aportarán al vegetal
mayor vitalidad para poder hacer frente a las plagas y enfermedades.
El té de compost es la fracción soluble del compost, y
para realizarlo debemos colocar una fracción de compost dentro de una malla
fina de tela o algún otro tejido permeable, y posteriormente introducirlo en un
recipiente con agua por 24 hs. Una vez finalizado este proceso, podemos regar
las plantas con el té producido.
.
2.- Humus de lombriz
Se denomina así a los
excrementos de las lombrices conocidas como “rojas
de California”, las cuales transforman los residuos orgánicos.
Como abono orgánico es excelente:
§ Mejora la actividad biológica del suelo por la gran flora
microbiana que contiene
§ Permite que se realice la producción de enzimas
importantes para la evolución de la materia orgánica del suelo
§
Favorece la absorción de nutrientes
§
Mejora la estructura del suelo
§
Incrementa la retención de humedad
La manera de aplicarlo es igual a la del compost, incluso
también podemos realizar el té para regar.
.
3.- Estiércol de animales de corral
Si quieren comenzar el huerto lo antes posible pero no
poseen abono orgánico o humus de lombriz, no se preocupen, el estiércol de
animal o guano es una buena alternativa si se prepara bien, ya que suministra
materia orgánica y nutrientes.
Para utilizarlo, es recomendable compostarlo
previamente, ya que el estiércol fresco puede traer consigo
patógenos, poseer semillas de malas hierbas, salinizar el suelo y hasta quemar
las plantitas si se coloca muy cerca de ellas.
Se debe aplicar cuando
estamos preparando el suelo, a razón de 1 a 2 kg/m2,
y si se trata de suelos muy arenosos, podemos aplicar hasta 5 kg/m2.
.
4.- Abonos verdes
Quienes dispongan de
mayores superficies, pueden aprovechar una parcela para hacer siembras que sirvan para
enriquecer la tierra.
Estas siembras no se utilizan para el consumo, sino que
se usan exclusivamente para incorporarlas a la tierra como fertilizante, por
eso se las denomina abono “verde”.
Las plantas que utilizamos como abono verde, se deben
picar y enterrar a poca profundidad, un tiempo antes de que florezcan.
Una vez incorporadas a
la tierra, aumentarán rápidamente su contenido en materia orgánica. Este tipo
de abono es muy
útil para las tierras malas o empobrecidas, éstas se vuelven
más fáciles de trabajar.
En el VERANO podremos sembrar: leguminosas (soja, poroto
o alubia) y gramíneas (maíz, sorgo).
En el INVIERNO: leguminosas (haba, arvejas o guisantes,
vicia, tréboles) y cereales (trigo, avena, centeno, cebada).
Hay muchas formas de materia orgánica:
1. Abono
orgánico o “compost”.
2. Humus
de lombriz.
3.
Estiércol
de animales de corral.
4. Abonos
verdes
.
1.- Compost
Es el resultado de la
mezcla de residuos de origen vegetal y animal que han sido descompuestos bajo
condiciones controladas. También se le conoce con el nombre de “tierra vegetal”
o “mantillo”.
El
compost contribuye a:
§
Mejorar la estructura del suelo
§
Retener la humedad
§ Incrementar la capacidad de reserva de nutrientes
§ Favorecer el desarrollo de la población biológica
(microorganismos) del suelo
§ Aportar nutrientes indispensables para las plantas
La manera de utilizar
el compost es a razón de 30 kg de compost por cada 10 m2 de terreno, y conviene agregarlo cuando
estamos preparando el suelo o el sustrato, previo a la siembra o trasplante.
Si observamos alguna
de las deficiencias nombradas previamente, lo que podemos hacer es un té de compost y regar nuestras plantas con esta solución, el cual
les otorgará los nutrientes necesarios, como también microorganismos benéficos
que le aportarán al vegetal mayor vitalidad para poder hacer frente a las
plagas y enfermedades.
El té de compost es la fracción soluble del compost, y
para realizarlo debemos colocar una fracción de compost dentro de una malla
fina de tela o algún otro tejido permeable, y posteriormente introducirlo en un
recipiente con agua por 24 hs. Una vez finalizado este proceso, podemos regar
las plantas con el té producido.
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2.- Humus de lombriz
Se denomina así a los
excrementos de las lombrices conocidas como “rojas
de California”, las cuales transforman los residuos orgánicos.
Como abono orgánico es excelente:
§ Mejora la actividad biológica del suelo por la gran flora
microbiana que contiene
§ Permite que se realice la producción de enzimas
importantes para la evolución de la materia orgánica del suelo
§
Favorece la absorción de nutrientes
§
Mejora la estructura del suelo
§
Incrementa la retención de humedad
La manera de aplicarlo es igual a la del compost, incluso
también podemos realizar el té para regar.
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3.- Estiércol de animales de corral
Si quieren comenzar el huerto lo antes posible pero no
poseen abono orgánico o humus de lombriz, no se preocupen, el estiércol de
animal o guano es una buena alternativa si se prepara bien, ya que suministra
materia orgánica y nutrientes.
Para utilizarlo, es recomendable compostarlo
previamente, ya que el estiércol fresco puede traer consigo
patógenos, poseer semillas de malas hierbas, salinizar el suelo y hasta quemar
las plantitas si se coloca muy cerca de ellas.
Se debe aplicar cuando
estamos preparando el suelo, a razón de 1 a 2 kg/m2,
y si se trata de suelos muy arenosos, podemos aplicar hasta 5 kg/m2.
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4.- Abonos verdes
Quienes dispongan de
mayores superficies, pueden aprovechar una parcela para hacer siembras que sirvan para
enriquecer la tierra.
Estas siembras no se utilizan para el consumo, sino que
se usan exclusivamente para incorporarlas a la tierra como fertilizante, por
eso se las denomina abono “verde”.
Las plantas que utilizamos como abono verde, se deben
picar y enterrar a poca profundidad, un tiempo antes de que florezcan.
Una vez incorporadas a
la tierra, aumentarán rápidamente su contenido en materia orgánica. Este tipo
de abono es muy
útil para las tierras malas o empobrecidas, éstas se vuelven
más fáciles de trabajar.
En el VERANO podremos sembrar: leguminosas (soja, poroto
o alubia) y gramíneas (maíz, sorgo).
En el INVIERNO: leguminosas (haba, arvejas o guisantes,
vicia, tréboles) y cereales (trigo, avena, centeno, cebada).
(Tomado de Eco agricultor)
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