La empresa
transnacional Monsanto se ha encontrado un gran e inesperado enemigo: el amaranto
o kiwicha, planta sagrada de los incas que se resiste a los efectos del poderoso
herbicida Roundup.
En Estados
Unidos han tenido que abandonar 5 mil hectáreas de soja transgénica, y otras 50
mil están gravemente amenazadas. Los campos víctimas de la “mala hierba”
habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que
ha recibido un gen de resistencia al herbicida, el cual habría sido transferido
al amaranto.
Al parecer un
gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida
surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el humilde amaranto,
que se vuelve imposible de eliminar.
La única
solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto
ya no es posible dadas enormes dimensiones de los cultivos. Además, al
estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con
lo que, simplemente, las tierras fueron abandonadas.
La naturaleza
se está defendiendo, y las armas con que Monsanto pretendía dominarla se han
vuelto en su contra, no solo neutralizándolo, sino que además se instala en los
dominios que la empresa le ha robado y los echa sin violencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario