Semilleros,
plantines, almácigos… son el espacio perfecto para sembrar en el huerto
muchas hortalizas, plantas aromáticas y medicinales que favorecer el proceso de
germinación y el desarrollo de la plántula.
Una forma de reproducir o multiplicar
las plantas es a través de las semillas. Las semillas se pueden sembrar de
manera directa, en el suelo de cultivo de tu huerto o jardín o por el contrario
podemos sembrarlas de manera protegida en los almácigos o plantines y después
pasar las plántulas a su lugar definitivo de crecimiento.
Con los semilleros lo que hacemos es
crear un entorno que protege las semillas y es más fácil proveerlas de la
temperatura, humedad y grado de luz y de oscuridad más propicio para la
germinación de las semillas. Así aumentamos las probabilidades de éxito de que
las semillas broten y de que las plántulas tengan un buen comienzo y puedan
desarrollarse en las mejores condiciones posibles hasta el momento del
trasplante.
Es común preparar almácigos de
tomates, pimientos, calabaza o zapallo, pepino, berenjena, perejil, calabacín o
zucchini, lechuga, pimiento o pimentón, rúcula, etc.
Muy importante
también es saber cuándo sembrar, mira en el calendario de siembra y en
el calendario lunar.
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Prepara
semilleros, almácigos o plantines de manera sencilla
1.- No cualquier semilla es válida.
Utiliza únicamente semillas de
confianza y de buena calidad. Te recomiendo varias opciones:
§ Obtenerlas de
agricultores/as ecológicos de tu zona
§ Sacarlas tú misma/o
de frutas y verduras ecológicas que consumas
§ Adquirir semillas
ecológicas certificadas en viveros y tiendas.
Si la semilla no es de buena calidad
su viabilidad va a disminuir (va a tener problemas para germinar), la planta no
va a estar en óptimas condiciones y luego tú te la vas a comer.
Merece la pena destinar medios en
este primer paso porque sino todo el trabajo y tiempo posterior que destinemos
al huerto podría echarse a perder.
..
2.- Recipientes a usar para los plantines.
Para sembrar puedes utilizar (y mejor
reutilizar) pequeños recipientes, como por ejemplo los envases de yogures,
tetra bricks, etc., otra segunda opción es utilizar una bandeja específica de
almácigos que ya esté dividida en alveolos, e incluso como tercera opción
puedes usar una bandeja uniforme que no esté dividida en alveolos.
En cualquiera de los tres casos, la
profundidad ideal del recipiente procura que no sea inferior a 15 cm, que tenga
un ancho 4 cm (en el caso de recipientes individuales o de bandejas con
alveolos) y que disponga (o los puedes hacer tú fácilmente) de varios agujeros
en la base del recipiente para que absorba el agua de riego que necesita poco a
poco.
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3.- Sustrato para los almácigos.
Vamos a preparar un sustrato
específico para semilleros mezclando una parte de arena, otra parte de tierra y
otra parte de compost o humus de lombriz. Junta y mezcla bien los tres
ingredientes y después, para asegurarte de que no hay trozos o terrones de
tierra, utiliza un colador o similar para tamizar la mezcla y dejarla fina,
libre de terrones que puedan perjudicar el crecimiento de la plántula.
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4.- Rellena los plantines.
Cuando ya tenemos la tierra bien
tamizada y hemos separado los trozos grandes, pasamos a rellenar los
recipientes o bandejas.
Lo ideal es rellenar hasta medio
centímetro por debajo del borde de las bandejas. No hace falta que aprietes o
presiones la tierra, déjala ligeramente esponjosa y mullida.
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5.- Siembra las semillas.
Una vez que tenemos las bandejas o
recipientes con la tierra, ahora con un palo o con el dedo vamos haciendo hoyos
que tengan el doble de profundidad del grosor de la semillas que vamos a
sembrar.
Deja 10 cm entre uno y otro hoyo si
estás preparando los semilleros en una bandeja sin separaciones.
Cuando finalizamos, vamos tapando las
semillas con el sustrato con cuidado de no presionar en exceso la tierra.
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6.- Riega con cuidado.
Cuando ya tenemos todas las semillas
cubiertas por la tierra, debemos regar con cuidado. Riega poco a poco (sin
pasarte) y con cuidado de no mover la tierra.
Para los siguientes riegos, es
preferible poner la bandeja o los pequeños recipientes donde has preparado los
plantines en otro recipiente más grande (un cajón, otra bandeja más grande,
etc.) en el que echaremos el agua y dejaremos que los plantines la absorban
poco a poco según la necesitan.
Es importante que te asegures de que
los almácigos tienen suficiente agua durante la germinación y el crecimiento de
la plántula comprobando que el sustrato tiene siempre un poco de humedad. Esto
lo puedes saber con algo tan sencillo como introduciendo el dedo en la tierra.
La humedad es
imprescindible para que germinen las semillas, sin una tierra húmeda no
germinarán, pero el exceso de agua puede producir hongos en los semilleros.
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7.- Ubica las bandejas en lugar oscuro.
Colocaremos nuestros semilleros o
plantines protegido de viento y de la luz directa del sol para favorecer la
germinación.
Posteriormente, cuando las semillas
van germinando y brotan las plántulas, las iremos exponiendo a la luz
progresivamente, la primera semana 3 ó 4 horas y la siguiente 5 ó 6. La tercera
semana ya están listas para que las dejes permanentemente expuestas a la luz s
(Tomado de Eco agricultor)
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