La India, es el mayor
productor de algodón a nivel mundial, y desde hace unos diez años lo hace casi
en su totalidad con algodón transgénico de Monsanto. Esto trajo varios
problemas como endeudamiento de los agricultores, olas de suicidios y problemas
ambientales. El año pasado la mosca blanca se convirtió en un grave problema al
volverse tolerante a los cultivos transgénicos se perdieron miles de hectáreas
del preciado cultivo.
Estos
problemas han causado que miles de agricultores indios, decidieran cambiar su
algodón Bt de Monsanto, por la variedad local “Desi”, un tipo de algodón propio
de la India que es naturalmente resistente a la mosca blanca y tiene iguales y
hasta mejores rendimiento que los transgénicos.
De tal importancia es el tema, que el gobierno Indio ha tomada
cartas en el asunto y esta fomentando la venta y el cultivo de la variedad
“Desi” cansado de los royalties y los malos resultados obtenidos en los últimos
años con el producto de Monsanto.
Se calcula que esto ya le esta
costando varios millones de dolares a la multinacional, que esta perdiendo
presencia en uno de sus mercados más grandes, incluso ha bajado el precio de
sus acciones en la bolsa de valores.
La variedad
local paso de 3000 hectáreas en 2015, a más de 72000 este año. Sin embargo esto
representa solo un 10% de la superficie total de algodón, muchos agricultores
continúan utilizando el algodón Bt, a la espera de ver los resultados obtenidos
por los que se animaron a cambiar.
Se espera que este años con los monzones la incidencia de la
mosca blanca sea menor, esto junto a que muchos agricultores tenían todavía
semillas transgénicas han amortiguado un poco el golpe a la multinacional.
Según el gobierno se espera que en los próximos 3 o 4 años el
cambio sea completo. Cultivar con la variedad local, sale la mitad que con el
algodón Bt de Monsanto. Los rendimientos según el Instituto Central de
Investigación del Algodón (CICR), que depende del Ministerio de Agricultura,
son casi los mismos.
Pero existe una gran diferencia, debido a que la variedad local
no tiene royalties, los agricultores pueden guardar sus propias semillas, y
volver a plantarlas año tras año, sin tener que pagarle a nadie.