Cultivo
en organopónico. El
cultivo sobre sustratos orgánicos o semiorgánicos gana espacio en la actualidad
ante las más diversas razones. No siempre se dispone de un terreno con las
características óptimas para el cultivo en el entorno rural y a veces aun
disponiendo de él se requieren controlar determinadas condiciones que obligan a
hacer huertas protegidas contra factores adversos tales como el riesgo de
erosión, el drenaje, los vientos, entre otros. El huerto aledaño al hogar no
siempre es posible porque el terreno no es el apropiado.
La Agricultura en las ciudades se ha convertido en
una necesidad y cuenta con incalculable potencial para obtener alimentos y
otros productos útiles para la salud y la cocina. Más de 200 millones de
personas en las ciudades del mundo practican alguna de las diversas modalidades
de agricultura urbana.
El
desarrollo de esta modalidad popular de agricultura en las ciudades ha
experimentado éxitos relevantes, sin embargo cuenta con retos y dificultades
que enfrentar. La adopción del cultivo organopónico requiere ser adaptada a las
condiciones de cada localidad. Sin embargo sus principios y prácticas
culturales poseen rasgos generales que le convierten en una modalidad de
cultivo practicable en las más diversas condiciones.
¿Qué es un organopónico?
Un
organopónico es una especie de huerto en la que se siembran y cultivan las
plantas sobre un sustrato formado por suelo y materia orgánica mezclados en un
contenedor y que se basa en los principios de una agricultura orgánica.
Los contenedores pueden ser de distintos tipos y
materiales, siendo lo mas frecuente su construcción sobre el suelo empleando
solo los contenes laterales. Las fuentes de materia orgánica pueden ser
diversas empleándose desde los distintos tipos de estiércol hasta los residuos
de procesos de beneficio de las cosechas en cultivos tales como la Caña de azúcar y el Café.
Los organopónicos pueden destinarse a la producción
de vegetales comestibles, plantas medicinales y condimentadas. La palabra viene
de una adaptación del término hidropónico (sistema de cultivo sin suelo en el
que sobre sustratos de diverso tipo como soporte se le da a la planta una
solución líquida con todos los nutrientes requeridos).
El cultivo organopónico es una modalidad de
agricultura útil para las condiciones en que no se dispone de un suelo
cultivable fértil y se quiere utilizar este espacio para la producción Vegetal
de forma intensiva y bajo principios de producción orgánica.
Factibilidad del cultivo
organopónico como fuente de ingresos
La factibilidad del cultivo organopónico se explica
en primer lugar porque si bien aproximadamente 1 m2 de superficie de
cultivo (superficie del cantero), que requiere 0,3 m3 de la mezcla
suelo + materia orgánica, es capaz de producir entre 20 y 30 kg de vegetales
frescos de excelente calidad biológica en un año.
Esta modalidad de agricultura puede ser un
complemento para producir hortalizas para el hogar. Sin embargo su explotación
con fines comerciales requiere atención.
El cultivo organopónico como fuente de ingresos
requiere la existencia de un mercado siendo la razón de ser fundamental de esta
modalidad agrícola, en este caso, el mercado orgánico. Ahora bien la
factibilidad para el productor depende de las condiciones del lugar donde se
pretenda establecer.
Estas condiciones se refieren a un conjunto de
requisitos entre los cuales como primarios puede mencionarse la disponibilidad
y calidad del Agua, Suelo apropiado y materia
orgánica. La construcción de una instalación organopónico requiere de una
inversión inicial que puede recuperarse fácilmente si los costos para las
condiciones del lugar no son altos en lo que se refiere a la construcción de
los canteros y todas las labores que encierra la preparación del sustrato.
Por tales razones el productor que se aventura a
explotar esta posibilidad debe considerar todas las alternativas posibles en
cuanto a materiales y hacer su evaluación propia o con ayuda especializada. El
suministro de los materiales para elaborar el sustrato puede resultar costoso,
por lo que se recomienda la práctica de la producción de la materia orgánica en
el propio lugar para el incremento sistemático de la superficie en explotación
a través de la elaboración de Compost y producción de Humus de lombriz.
La concepción de la inversión puede ser distinta a
lo que en condiciones diferentes se ha hecho en el caso de Cuba,
es decir, la inversión por una empresa estatal que da la instalación terminada
en usufructo a los productores, quienes pagan una cuota anual por cada m2
de cantero en explotación.
La construcción de la instalación con bajos
recursos puede hacerse de forma sistemática, comenzando con unos pocos canteros
y ampliarse en la medida de las posibilidades. Si tenemos en cuenta los
factores generales a considerar para analizar la factibilidad del
establecimiento de la horticultura orgánica, para el caso del cultivo
organopónico como fuente de ingresos, éstos pueden resumirse como:
- Acceso al mercado y con especial referencia al mercado orgánico. *Disponibilidad de recursos para los gastos materiales iniciales y de construcción de los canteros.
- Disponibilidad de materia orgánica y suelo en fuentes cercanas y apropiadas. *Disponibilidad de agua con calidad adecuada para la agricultura.
- Experiencia de los agricultores en las prácticas de cultivo orgánico. *Capacidad para enfrentar los riesgos.
- Infraestructura regional para servicios especializados que demanda la agricultura orgánica en cuanto al uso de los medios biológicos y otras alternativas para el control de plagas, enfermedades y biofertilizaciones.
Principios técnicos que se deben aplicar en el
cultivo organopónico
- Uso de sustratos orgánicos (mezcla de suelo de la capa vegetal y materia orgánica).
- Uso de variedades de plantas resistentes a plagas, enfermedades y condiciones adversas del medio, adaptadas a las condiciones locales, o de aquellas variedades mejoradas que cumplan estos requisitos y que sean de fácil adquisición o reproducción sin poner en peligro los recursos Filogenéticos locales.
- Uso de alternativas biológicas y productos naturales para el control de plagas y enfermedades.
- Uso de alternativas biológicas y orgánicas para restaurar la fertilidad de los sustratos de forma sistemática e integrada.
- Empleo de prácticas fitotécnicas adecuadas en el manejo de los sustratos.
- Uso de las distancias y sistemas de siembra mas apropiados para cada especie cultivada, rotación y asociación de los cultivos en los canteros.
- Uso de la estacionalidad de los cultivos, trazándose calendarios óptimos de siembra y sucesión, de forma que sea escalonada la cosecha o acorde a las necesidades o exigencias de los mercados.
- Uso de alternativas genéticas o fitotécnicas para el cultivo de especies que en condiciones controladas pueden extender su ciclo de cultivo. Por ejemplo el tapado con telas que regulan la cantidad de radiación solar para hortalizas en el verano o uso de variedades adaptadas.
- Aprovechamiento máximo de los recursos naturales localmente disponibles en prácticas tales como el mulching o empajado, tutoreo de especies de enredadera, etc.
- Uso de productos estimuladores del crecimiento vegetal elaborados a partir de fuentes orgánicas.
- Utilización de prácticas de cultivo que garanticen el estado físico apropiado de los sustratos en cuanto a la aireación.
- Uso de técnicas intensivas de explotación de los sustratos cumpliendo los principios anteriores sobre la base del máximo reciclaje de la materia orgánica y el cumplimiento de ciclos de cultivo que garanticen el mayor rendimiento de la cosecha en espacio y tiempo, así como su calidad comercial.
La instalación de cultivo organopónico no excluye
los principios de una agricultura integrada en los predios, en la que se
combine la producción agrícola y animal como fuente de un flujo seguro de
biorrecursos. La relación especialización - diversificación de la producción
debe responder a un equilibrio armónico en correspondencia con el equilibrio
recursos locales - insumos externos.
La experiencia local es la mejor experiencia. Si
bien se pueden adoptar prácticas de cultivo, ellas requieren ser adaptadas
localmente, pues las condiciones climáticas, las características de los suelos,
los recursos naturales, la población animal y vegetal al nivel de los macro y Microorganismos e incluso las tradiciones, son
características propias de cada zona geográfica y quiénes mejores las conocen,
por el transcurso de los años, son quienes viven y trabajan en su entorno.
El cultivo organopónico responde en definitiva a
los principios de una agricultura natural que tienen entre sus antecedentes los
principios de esta modalidad de agricultura puestos en práctica en Japón desde 1930
que han sido ampliamente difundidos en años recientes.
El ABC de la explotación organopónico
Para la construcción del organopónico debe
considerarse que este deberá estar cercado perimetralmente para estar protegido
de los animales, contará preferentemente con un sólo acceso que permita tomar
medidas de sanidad vegetal de desinfección en los casos que sea necesario.
En dependencia de las características de la
instalación será necesario construir o no un punto de venta. De acuerdo a la
fuente de abasto de agua y la disponibilidad de energía para garantizar la
misma puede ser necesaria la construcción o instalación de un tanque
acumulador. El uso de agua de pozo bombeada por un molino de viento y acumulada
en un tanque elevado para el riego con mangueras utilizando la fuerza de
gravedad, es una opción practicable en diferentes condiciones.
Los canteros podrán hacerse utilizando como
contenes laterales las más diversas alternativas, siempre bajo el criterio de
racionalidad económica y atendiendo al dimensionamiento requerido. Es muy
importante tener en cuenta todos los elementos para un diseño constructivo
apropiado. Lo que no se haga bien en este momento significará un problema para
todo el tiempo de explotación de la instalación.(1ra. Parte. Continuará)
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