De acuerdo con el Instituto Nacional de la Economía Social de México,
el jamón, salchicha y chorizo son las carnes procesadas que más se consumen.
Sin embargo, comer embutidos, más de dos porciones la semana, puede traer
serias consecuencias a la salud.
A los embutidos comúnmente le añaden sodio,
nitratos, fosfatos y otros aditivos alimentarios. También
poseen sustancias químicas tóxicas que aumentan el riesgo
de insuficiencia cardiaca”, afirma Alicja Wolk, investigadora
del Instituto Karolinska de Suecia.
Prácticos, sabrosos y letales
La mayoría de los embutidos emplean en su elaboración carne
de cerdo, pavo opollo, por eso se dice que es la vía más fácil y
económica de consumir carne.
A pesar de que actualmente hay productos que se dicen reducidos
en sodio, bajos en grasa y colesterol, la sal añadida, almidón,
jarabe de maíz alto en fructosa, así
como conservadores producen efectos secundarios.
1. Salud. Un estudio publicado en la revista
científica BMC Medicine confirma que una dieta que incluye
el consumo frecuente de embutidos aumenta el riesgo de
desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer y hasta causa muertes
prematuras.
La investigación muestra que el alto consumo de ese tipo de alimentos
aumenta72% el riesgo de morir de una enfermedad del corazón y 11 % de
morir de cáncer.
Sabine Rohrmann, investigadora de la universidad de Zurich en Suiza,
afirma que 3% de las muertes prematuras anuales se pueden evitar si las
personas comen menos de 20 gramos de carne procesada al
día.
2. Fertilidad. Los embutidos como
la salchicha contienen hormonas que afectan
significativamente la calidad en
la producción de espermatozoides, lo cual reduce
la fertilidad masculina, de acuerdo con un estudio realizado
por Harvard School of Public Health.
Los hombres que consumen poca cantidad de carne procesada presentan 7.2% de
la calidad morfológica de sus espermatozoides en niveles
normales. En el caso contrario este porcentaje se reduce 5.5.
3. Figura. Estos alimentos están altamente procesados
que estimulan la producción de dopamina, sustancia que genera placer.
Esa sensación hace que su consumo aumente y se cree una adicción,
favoreciendo el aumento de peso. Además, contienen ácidos
grasos saturadas y colesterol, sustancias relacionadas con
elsobrepeso.
4. Bienestar. Llevar una dieta rica en alimentos
procesados aumenta las posibilidades de sufrir depresión, concluye una
investigación de la Universidad de Londres del Reino Unido.
Los investigadores explican que hay una asociación entre el consumo de este
tipo de comida con el riesgo de desarrollar enfermedades
coronarias e inflamación, factores que se correlacionan con
desarrollo de la depresión.
5. Consumir alimentos frescos. La preferencia de los
embutidos provoca que el paladar se acostumbre al sabor de este
tipo de carnes, generalmente salados y condimentados. Al conservar este
gusto perdemos la sensibilidad para probar alimentos más frescos y orgánicos.
Una dieta basada en alimentos naturales, libres
de químicos genera beneficios para la salud.
Proporciona energía y ayuda a tener una mejor digestión, lo cual
nos mantiene más activos para desarrollar nuestras actividades de
manera óptima.
(De diario HOY, 24 de enero, 2015)
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