WASHINGTON. El gobierno de
Estados Unidos emite recomendaciones dietéticas cada cinco años para alentar a
la población a comer sano, pero la versión de este año parece buscar también
ser saludable para el ambiente.
Un nuevo interés en el ambiente significaría que
la gente coma más frutas, vegetales, granos enteros y otros alimentos derivados
de plantas, posiblemente a expensas de la carne de res.
Los sectores agrícola y cárnico han protestado y
alegan que una agenda ambiental no tiene lugar en lo que siempre ha sido un
modelo práctico de un estilo de vida sano.
Un panel asesor de los departamentos de
Agricultura y Salud y Servicios Humanos ha debatido la idea de la
sustentabilidad en reuniones públicas, indicando que sus recomendaciones, que
se esperan este mes, puede tomar en cuenta el ambiente. Los dos departamentos
tomarán en cuenta esas recomendaciones al elaborar las directrices dietéticas
definitivas, que se esperan para finales de este año.
Las directrices son la guía del icono “Mi plato”
del Departamento de Agricultura, que reemplazó a la conocida pirámide en 2010 y
que tiene por fin ayudar a la población a comer sano. Las recomendaciones se
integrarán a los planes de almuerzo escolar y otros programas federales
similares.
Un borrador de recomendaciones estudiado por el
comité asesor en diciembre indica que una dieta sustentable ayuda a asegurar el
acceso de la población actual y futura a los alimentos. Un patrón dietético
basado en más alimentos derivados de plantas y menos de animales “impulsa una
mejor salud y está relacionado con un menor impacto ambiental que la dieta
actual en Estados Unidos”, expresa el borrador. Eso parece
dirigido, al menos en parte, al sector cárnico.
Un estudio de la Academia de Ciencias de Estados
Unidos el año pasado dijo que criar ganado para comer carne en el país hace más
daño al ambiente que otros sectores especializados de carne, como el pollo y el
cerdo.
El estudio dijo que en comparación con otras
proteínas animales populares, la cría de ganado vacuno provoca más gases de
efecto invernadero por caloría, genera más nitrógeno contaminante de las aguas
y usa más tierras.
Y mientras el comité asesor ha discutido la idea,
médicos y académicos del panel han hablado de la sustentabilidad en términos de
conservar los recursos alimentarios y de los alimentos más sanos.
La industria de la carne ha luchado desde hace años para asegurar que las
recomendaciones no indiquen que se debe comer menos carne.
Las recomendaciones indican en este momento que
se debe comer carne magra, en vez de reducir su consumo de manera general, algo
que el comité asesor ha debatido. Un borrador discutido en una reunión del 15
de diciembre expresa que una dieta sana incluye menos “carne roja y procesadas”
que las que se consumen en este momento.
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