martes, 13 de mayo de 2014

Primer país en el mundo en permitir agricultura biológica 100%



Bután, un país ubicado en las faldas del Himalaya, con unos 750.000 habitantes, se convertirá antes del 2020 en el primero del mundo en el que todos sus alimentos se cultivarán con prácticas de agricultura ecológica.
En esa fecha estará prohibida la venta de pesticidas y herbicidas químicos.
Los agricultores butaneses utilizarán para sus cultivos únicamente abonos orgánicos naturales, obtenidos de su ganadería, y ningún producto químico artificial.
Actualmente gran parte de su agricultura es orgánica, al no utilizar apenas pesticidas y herbicidas artificiales por su alto precio.
Bután tiene la intención de exportar sus alimentos naturales a los grandes mercados chino e indio, sus vecinos geográficos.
El ministro de agricultura Pema Gyamtsho, que es también un agricultor como otros ministros en este país, ha anunciado este plan en la Cumbre de Desarrollo Sostenible, celebrada en Nueva Delhi (India) a principios de este mes.
El ministro recalcó los efectos nocivos del uso de fertilizantes químicos en la calidad de frutas y verduras por su menor valor nutricional y la contaminación de las aguas subterráneas.
Los butaneses tradicionalmente practican labores agrícolas, que sin el uso de productos artificiales, mantienen producciones de alimentos suficientemente altas y mantienen la calidad agrícola de los suelos.
La intención del gobierno para mantener la producción de alimentos sin químicos es aumentar las tierras de regadío y usar variedades locales que son resistentes a las plagas.
Los agricultores de Bután se enfrentan en los últimos años a serios problemas como la sequía o la escasez de mano de obra que emigra a las ciudades.

Fuente original: guardian.co.uk     Publicado por: Fanny Alonzo, Directora de Siembra Orgánico (Bélgica)

 

¿Crees que algo así sería posible en algún otro país del mundo?

Planta sagrada de los incas resiste a los efectos de poderoso herbicida Roundup.



La empresa transnacional Monsanto se ha encontrado un gran e inesperado enemigo: el amaranto o kiwicha, planta sagrada de los incas que se resiste a los efectos del poderoso herbicida Roundup.
En Estados Unidos han tenido que abandonar 5 mil hectáreas de soja transgénica, y otras 50 mil están gravemente amenazadas. Los campos víctimas de la “mala hierba” habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al herbicida, el cual habría sido transferido al amaranto.
Al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el humilde amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.
La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas enormes dimensiones de los cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las tierras fueron abandonadas.
La naturaleza se está defendiendo, y las armas con que Monsanto pretendía dominarla se han vuelto en su contra, no solo neutralizándolo, sino que además se instala en los dominios que la empresa le ha robado y los echa sin violencia.