PABLO DURAN es un pequeño agricultor de limones ecológicos de Chulucanas Piura,. Gracias a él, el cebiche y el pisco sour cobran vida cada día. VICTORIANO FERNANDEZ es de papas amarillas. Gracias a él, nuestra causa limeña cobra vida cada dia. Y ambos son parte de frutos de la tierra.
 El mundo vive una era en que se valora lo diferente en
 vez de lo standard, Por ello, los consumidores buscan cada día 
productos únicos por los que pagan mas debido a dicha condición:  valor 
agregado a partir de la originalidad. Si hay un país que tiene 
oportunidades en ese sentido es el Diverso Peru. Y si hay un territorio 
en el que esto puede generar enormes beneficios es en la pequeña 
agricultura peruana.
Como
 conectar al millón de pequeños agricultores peruanos con esta sed de 
consumo por sus productos que hoy se da en el mundo?. Ese es el reto. Lo
 primero es convencer a aquellos que siguen creyendo que el pequeño 
agricultor es un problema y no una oportunidad.
 Los grandes  vinos de FRANCIA son principalmente de pequeñas 
propiedades, solo por citar un ejemplo.  Lo segundo es como unificar a 
los pequeños agricultores, asociandolos a una marca colectiva que 
inspire confianza, que seduzca, provoque y que sobretodo sea capaz de 
llegar ágilmente a las necesidades del consumidor. Frutos de la tierra 
es el esfuerzo de muchos para lograr que finalmente 10,000 pequeños 
agricultores ecológicos del Peru, produciendo cientos de productos 
diferentes asociados a un standard de calidad, se unan para colocar sus 
productos allí donde los están esperando. El siguiente paso es el que 
contara  con el apoyo nuestro. Que sus productos lleguen a los 
restaurantes para que los cocineros los promuevan, ayudarlos con el 
diseño de paginas web, de sistemas de distribución rápida, de compras on
 line, de promoción internacional, de certificaciones a bajo costo, de 
participación en ferias, en fin, lo que haga falta. Lo cierto es que son
 iniciativas  como esta las que ayudaran a ese millón de pequeños 
agricultores peruanos a conectarse con los cientos de millones de 
consumidores del mundo. En la era de la  conectividad,el camino no será 
fácil, pero lo mas importante es que este ya se inicio. A disfrutar de 
los hermosos productos de frutos de la tierra.  Una marca cuya 
revolución no es de violencia ni revancha. Es de trabajo, de sueños, de 
paz.
 



 
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